Vivimos siempre en búsqueda de la tal felicidad, hacemos siempre de todo para conseguir alcanzá-la, y muchas personas viven en función de eso. Creemos que para nos sentirmos felizes precisamos estar haciendo algo que consideramos especial, cómo una viaje para otro lugar, dar o ir una fiesta impacable, comprar un carro deseado entre otras cosas, pero no nos damos cuenta que la felicidad no está solamente en las estas cosas, y si en nuestra rutina, o en momentos simples de la vida.
La felicidad que consideramos felicidad es momentânea, y cuándo acaba aquel momento, creemos que ella también acabou. Pero se pararmos para pensar, y mirarmos para trás, nos sorprenderemos en cómo momentos considerados fúteis y sin mucha importancia hacen más falta del que um momento específico que realmente acreditábamos que era todo. Cómo las tardes con sus primos y primas, brincando, rindo de la cara de ellos, o hasta mismo aprontando y llevando aquella bronca de los padres y tios, en fin, cuándo apenas vivíamos y nos divertíamos sin pensar em estar nos divertindo. ¿Y aquellas locuras y payasadas que cometíamos con los amigos? ¿Cuándo teníamos también tiempo para quedar lo día entero con la pandilla en la calle, sin tener responsabilidad y con lo que se preocupar? Sí, son eses los momentos que realmente hacen más falta del que una cierta viaje para fuera del país, o aquillo todo que acreditábamos que traería la felicidad verdadeira. Em la verdad, son las personas que nos acompañam que hacen la diferencia, pues cuándo estamos con quien gustamos y que nos sentimos bien, um simples momento, se vuelve un recuerdo inolvidable para nosotros, pues son ellas las responsables en hacer cualquier cosa tan especial, y todo se vuelver tan gracioso. Lo mais gracioso es que sólo nos damos cuenta del cómo éramos felizes y no sabíamos, después que pasó, pues antes, todos soñabamos en crecer rápido, en poder tener libertad, pero creo que muchos no percibieron cómo es malo dejar de ser niño, cómo es perder la criatividad del se imaginar y conseguir vivenciar un mundo y historias que no están aconteciendo, y con muy facilidad, Independiente del adónde esteja o del quién esteja pierto. Nosotros simplemente soñabamos y no teníamos verguenza del eso. Ya ahora, después de crecidos, cuándo algún niño nos pide para brincar con elle, consideramos chato, pero solo pasó a ser chato porqué no conseguimos más entrar en sintonia con elle, no tenemos más la capacidad del fantasear cómo se estivéssemos en otro mundo y em otra situación, vemos solamente o que está realmente al nuestro redor, por eso no tiene la misma esencia que antes conseguíamos tener.
La vida pasa muy rápido, mismo en algunos momentos pareciendo se arrastrar. Y debemos aproveichar-lá, sin nos preocupar com la felicidad, pues ella está presente sin que nosotros percebamonos. Y lo principal será cuándo estivermos bién viejinhos, y depararmonos com los niños, adolescentes, y todas las fases que pasamos en la vida, y nos recuerdarnos cuándo éramos nosotros que estábamos allí, y mismo dando una imensa saudad, lo principal será que nosotros nos recuerdaremos em cómo hacemos valer la pena. Eso es muy importante, y no adianta pensar em poder dizer eso cuándo ya estibermos em la ultima etapa de la vida, pues ya no adiantará se lamentar, y usted no podrá mudar eso, pues no podemos volver o mudar nuestro pasado, entonces vamos pensar en vivir del uma manera que cuándo olharmos para tras, podremos realmente dizer: “Valeu la pena!”
Nome:Beatriz Lopes nº03 2ºB
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